LA IMPORTANCIA DE SABER EXPRESAR LAS EMOCIONES PARA NO ENFERMAR
La somatización es la aparición de síntomas físicos que no tiene ningún
origen orgánico identificable. Entonces, ¿cuál es la génesis de estas enfermedades
y malestares físicos? Tal es la fuerza que toman, que aquel que los sufre, lo
asimila a largo plazo, como una forma de vida, ya que la somatización va en
aumento y es amorfa, es decir, invade diferentes partes del cuerpo de manera
imprevista y se va desplazando de manera crónica. Tal es la fuerza que toma,
que somos excelentes candidatos a desarrollar Hipocondría, la cual se
define como una obsesión con la idea de tener una enfermedad grave no
diagnosticada. Entre los síntomas constantes de este padecimiento están el
miedo intenso y prolongado a sufrir una enfermedad grave, y se suele visitar al
médico con frecuencia. Sin embargo, estas personas, si bien no presentan
síntomas que denotan la presencia de alguna enfermedad, buscan la manera de
generárselas; o bien, desean encontrar indicios de malestares en donde no los
hay. Entonces, tenemos personas que al menor malestar reaccionan de manera
exagerada con relación a su salud física; son personas obsesivas con el consumo
de complementos alimenticios que prevengan la aparición de diversos malestares.
Hemos llegado a un punto en el que
el ser humano no es capaz de encontrar relación entre lo que piensa, siente y
actúa. Somos personas que vamos sobreviviendo de manera arbitraria, así, como
si nada tuviera que ver una cosa con la otra. Vamos repartiendo pensamientos, emociones
y actos de manera irresponsable; no creemos que una idea genere una emoción y
esa emoción desate un trabajo inimaginable a nivel orgánico; sólo es cuestión
de milésimas de segundo para que el cuerpo se ponga a trabajar en cuanto
registra y recibe información de ciertas glándulas del cerebro. Por ejemplo, al
sentirse amenazado, con miedo (resultado, quizá, de una idea angustiante), los vasos
sanguíneos se contraen con tal de preparar al cuerpo para reaccionar ante la
amenaza que pone en riesgo su vida. Entonces, la sangre irriga las extremidades
del cuerpo que le permitirán huir en caso necesario o enfrentar la amenaza. Sin
embargo, la mayoría de las veces sólo es una idea, y sin fundamento. Es una
idea basada en mis preocupaciones y miedos irracionales, resultado de una
herencia transgeneracional y de diversas situaciones de mi vida, pero
determinantes. Así pues, el cuerpo está preparado para hacer frente a la
amenaza que se avecina, y al tener a los vasos sanguíneos irrigando las extremidades,
descuida la irrigación de otros órganos como el estómago, los intestinos, etc. Y
con la práctica recurrente de este tipo de emociones, los jugos gástricos, así
como la bilis, erosionan las paredes del estómago, dando pie a gastritis,
colitis, esofagitis; que entonces sí se vuelven una amenaza para el cuerpo.
Gran parte de la medicina alternativa, en este caso la Acupuntura, se basa
en que la enfermedad se da como resultado de un bloqueo emocional, es decir, la
enfermedad aparece cuando el flujo de energía vital y sangre, se ve
obstaculizado. Así, la energía que se produce a partir de una idea, pasando por
la emoción y todos los movimientos orgánicos que se generan, forman bolsas
energéticas, ya que no se canaliza de forma adecuada hacia su objetivo, y se
instalan por años en el organismo sino no se tiene un correcto manejo de esa
energía acumulada. Entonces llega la enfermedad física. El tratamiento de
diversos síntomas con base en terapia psicológica y medicina alternativa, es la
mejor manera de reducir los malestares e incluso, disminuir y erradicar la
aparición de dichos síntomas. No obstante, a pesar de que dicho tratamiento
pareciera lento, es el más eficaz y duradero dentro de las diferentes opciones
que ofrece la sociedad. Ya que el recurrir a medicamento psiquiátrico o alópata
para disminuir los malestares que se presentan, sólo mitigan el dolor de forma
casi instantánea, pero el problema se agrava, ya que no se está atendiendo la
raíz sino sólo apaciguan lo que el cuerpo nos está comunicando y a lo que deberíamos
de atender con la seriedad que se merece. Es por esta razón que cuando una enfermedad
grave aparece en nuestras vidas- o en la gente que amamos- nos sorprende el
hecho de que se haya desarrollado un padecimiento como el cáncer, la diabetes,
la hipertensión, tumores, etc., porque se tiene la falsa creencia de que
apareció de la noche a la mañana, cuando dicho problema se gestó desde muchos años atrás, pero que no
fuimos capaces de entender el lenguaje del cuerpo en su momento y por eso nos
volvimos negligentes con nosotros mismos.
Finalmente, aprendamos a expresar todo lo que mi alma ha guardado durante
mucho tiempo, aprendamos a escuchar a nuestro cuerpo, y démosle el tratamiento
que necesita para liberarlo de aquella carga emocional que lo tiene cautivo y
enfermo.
(Lic. Alma Stéphanie Barbosa Aguilar)
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